Valor, precio y coste de un producto: qué diferencias hay


Para estar al frente de una empresa hay que tener conocimientos muy específicos sobre el mundo del marketing y las ventas. Eso sí, dentro de este universo tan amplio, se incluyen conceptos que seguro hayas escuchado en numerosas ocasiones: ¿te suenan valor, precio y coste de un producto?

No es la primera vez que te hemos hablado de algunas técnicas para fijar el precio de un producto o servicio. Sin embargo, para hacerlo correctamente es importante que conozcas las diferencias entre valor, precio y coste. Te lo contamos.

Diferencias entre valor, precio y coste de un producto

Utilizar los términos valor, precio y coste como si fueran sinónimos es un gran error. No solo porque no significan lo mismo, sino porque te confundirán a la hora de vender tus productos o servicios. Si esto no lo tienes claro, no podrás fijar bien los precios y tu empresa empezará a perder dinero.

Recuerda que si las pérdidas superan a los beneficios, esto puede acabar en deuda para tu negocio y, finalmente, en quiebra. Por eso, en este artículo vamos a aclararte qué diferencias hay entre estos tres conceptos.

Qué es el valor de un producto y cómo calcularlo

El valor de cualquier bien, ya sea un producto o servicio, depende de la valía que los compradores o consumidores le den a este. Dicho de otra manera, no puede ser fijado por las empresas.

Por lo tanto, dependerá de factores como la utilidad del producto o servicio, la comodidad y el diseño del mismo o las necesidades de los consumidores y del mercado. Estos son solo algunos, pero hay más.

No obstante, también existen otros elementos menos objetivos, pero igual de importantes para decidir el valor de un bien: ¿ayuda a reducir el esfuerzo de tus clientes? ¿El producto aporta algo nuevo? ¿Es asequible para todo el mundo? Además del valor en sí, está el valor añadido o agregado:

Valor precio coste diferencias

Antes de elegir el precio, debes saber muy bien cuál es el verdadero valor del producto o servicio que vas a ofrecer. De lo contrario, puede que su precio sea competente en el mercado, pero que su valor sea muy bajo o que pierdas dinero porque no pidas lo suficiente por él.

Para que lo entiendas mejor, el valor no equivale a una cantidad de dinero. Por eso, a diferencia del precio, puede variar en función de las necesidades o preferencias culturales y vitales en cada momento. En ocasiones, puede que el precio no se ajuste en absoluto al valor real de un producto.

Qué es el precio de un producto y cómo fijarlo

¿Te has preguntado alguna vez por qué el precio de una botella de agua puede cambiar tanto según el lugar donde se compre? No es lo mismo comprar esa botella en un supermercado, restaurante o aeropuerto. El valor del agua no cambia, pero sí el contexto. Esto influye mucho.

Sin embargo, es muy importante que establezcas precios justos. Como te decíamos antes, que se ajusten al valor real de ese producto o servicio. Si no haces bien esto, es muy probable que pierdas clientes. Los consumidores siempre optarán por comprar productos cuyo precio y valor tengan sentido.

A diferencia del valor, el precio es fijado por los vendedores. Nunca por los consumidores. Dicho de otra forma, se trata de la cuantía económica que recibe el dueño de una empresa o negocio. Como es evidente, por ofrecer sus productos o servicios a quienes los necesiten.

No obstante, los precios no pueden fijarse al azar. Como empresario, debes tener en cuenta el valor del producto que ofreces. Al fin y al cabo, valor y precio van de la mano. Además, tu bien tiene que poder competir en el mercado. No solo eso, ya que debes calcular los costes de producción o fabricación del mismo.

Cómo calcular el coste de un producto

Por último, vamos a explicarte cómo calcular el coste de tus productos o servicios paso a paso. Esto te va a resultar muy útil, pues de este dependerán los precios. Eso sí, sin olvidarte del valor que también es muy importante.

El coste, conocido como costo en Latinoamérica, solo interesa a los fabricantes de productos, distribuidores y vendedores. Por supuesto, esta cantidad influirá en el precio final que pague el consumidor, pero no le afecta directamente.

En otras palabras, se trata de la inversión para producir, distribuir y vender los productos y servicios o bienes de una empresa. Por tanto, es el dinero que le cuesta a tu negocio llegar a comercializar esos bienes. Para calcularlo, debes tener en cuenta lo siguiente:

  • Costes primarios. Incluye toda la inversión realizada para adquirir materias primas y cualquier tipo de maquinaria para la producción de determinados bienes.
  • Costes secundarios. Aquí están los trabajadores o talento humano que son necesarios para poder producir esos productos o servicios. Para que puedan realizar tu trabajo, tendrás que pagarles un salario.
  • Costes terciarios. Se refiere a todo el proceso de venta: distribución de bienes, campañas de marketing, etc.

En definitiva, dominar a la perfección el valor, el precio y el coste de tus productos o servicios es una de las claves para que tu empresa tenga éxito. De nada te sirve empezar por la mejor estrategia de marketing si no tienes ni idea de cómo fijar los precios y tu marca no brilla entre tanta competencia.

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