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Cómo crear un mapa conceptual y organizar las ideas de tu negocio
Cómo crear un mapa conceptual y organizar las ideas de tu negocio
02 Octubre 2023 17:00
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Uno de los mayores retos de las pymes y los autónomos es plantear estrategias para aumentar las ventas de su negocio, gestionar los recursos que tienen a su alcance o hacer el balance anual de resultados. Y ahí saber crear un mapa conceptual es clave.
Este tipo de documentos permiten organizar las ideas y trazar estrategias de forma unilateral sin tener que recurrir a la improvisación o depender de la creatividad que se tenga en cada momento. ¡Vamos a verlo!
Si eres dueño de un negocio, te imaginarás la importancia que tiene poner en orden todas las ideas para que tus proyectos salgan adelante. Por eso, elaborar un mapa conceptual o mental es una técnica muy efectiva.
Un mapa conceptual consiste en representar de forma gráfica y muy esquemática una idea o un concepto. No necesitas tener mucha información. Con algunos datos básicos será suficiente. También se conoce como mapa mental, pues sirve para organizar mentalmente tus ideas y de forma muy visual.
Se puede realizar de forma individual o grupal. Sobre todo, la idea más importante debe aparecer en el centro del mapa conceptual. Después, del tema principal saldrán varias ramificaciones o temas secundarios. Aquí tienes un ejemplo de mapa mental sobre la gestión del talento:
El mapa conceptual o mental tiene numerosas aplicaciones. Estas son algunas de sus principales funciones.
Cuando se reestructura una empresa o surgen nuevas ideas de negocio es necesario organizar todos esos conceptos en un mapa mental. De esta forma, el CEO y los empleados podrán retener la información más importante.
También puedes recoger toda esa información en un Excel, pero un mapa conceptual te ayudará mucho más al ser más visual.
Que cada trabajador conozca su rol o función dentro de la empresa es fundamental. Por ello, ante posibles cambios en plantilla puedes crear un mapa conceptual. En él, vas a reflejar quiénes son los miembros que conforman tu negocio y jerarquizar sus tareas, por orden de prioridad.
Otra idea es que realices tu propio mapa mental para organizar tu trabajo en la empresa a lo largo del día o de la semana. Esto te ayudará a ser más productivo y entregar tus tareas a tiempo.
Conectar y dar sentido a tus ideas también es muy importante. Para cualquier proyecto que lleves a cabo en tu impresa, no te puede faltar un buen brainstorming o lluvia de ideas.
No todos los mapas conceptuales son iguales. Dependiendo de cómo quieras organizar tus ideas y cuáles sean tus objetivos, hay varios tipos de mapas mentales:
Es el más sencillo de realizar. El mapa mental básico no incluye demasiadas ideas secundarias, sino que gira alrededor de una idea central. Se utiliza especialmente para hacer esquemas simples, resúmenes o tomar notas.
A diferencia del modelo básico, el mapa conceptual circular te será muy útil para ramificar tu idea central en varios temas secundarios. Por ejemplo, lo puedes utilizar para organizar las distintas fases de un proyecto.
Es el más adecuado para crear un organigrama de tu empresa. En este caso, tendrás que ordenar de forma jerárquica a los trabajadores de la organización y sus respectivas tareas. Así conocerás en mayor profundidad los diferentes roles de cada departamento.
Ahora que ya sabes cuáles son los tipos de mapas conceptuales más habituales y cómo utilizarlos para tu negocio, estas son las partes que no pueden faltar en su estructura:
Como te decíamos antes, el tema central es la idea que guía a todas las demás. Al ser la idea más importante, puede quedar ilustrada con una imagen o bien utilizar la palabra clave o keyword principal.
Todas las ideas secundarias deberán ir conectadas entre sí y enlazadas al tema central en tu mapa conceptual. Aquí lo más adecuado es que utilices líneas, flechas, círculos, recuadros, palabras en negrita y lo que necesites para resaltar todas estas ideas.
Junto al tema central, las palabras clave son fundamentales para que tu mapa conceptual sea efectivo. No te olvides de indicar las keywords o conceptos más importantes. El objetivo no es rellenar con muchas ideas, sino aportar valor y sentido a tu esquema.
Ya te decíamos al principio que incluir ilustraciones es importante. Al ser más visual, tu mapa conceptual se entenderá muchísimo mejor. En ese sentido, los colores también juegan un papel fundamental. Cuanto más explicativas y llamativas sean las imágenes, mejor.
En definitiva, elaborar un mapa conceptual o mental para organizar las ideas de tu empresa aportará una serie de beneficios a la hora de trabajar:
Organizar todas las ideas que ya tienes te ayudará a inspirarte y generar muchas más ideas interesantes para tu negocio. Es una forma de ser más creativo, pues podrás dar forma a los conceptos existentes e ir a por más.
Un buen mapa mental te ayudará a avanzar mejor en tus proyectos e ir marcándote objetivos que tendrás que cumplir. Podrás planificar y organizar tus tareas, según tus prioridades y ponerte plazos de entrega.
Aprender y memorizar nuevas ideas es otra de las ventajas del mapa mental. Lograrás que los empleados de tu empresa absorban con mayor rapidez nuevos conocimientos y gestionar el negocio mucho mejor.
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