¿Cómo aumentar la creatividad a la hora de ser emprendedor?


Normalmente, cuando nos hablan de cómo aumentar la creatividad, lo primero que pensamos es en comprar un bloc de notas. Sí, para ir apuntando todo lo que nos ocurra y que no se nos escape esa idea que podría ayudarnos en nuestra intención de emprender. El problema es que, por mucho que escribamos, si no sabemos cómo trabajar con dicha información… ¿para qué molestarnos? La teoría está muy bien, pero lo que nos interesa es llevarla a la práctica. Sacarle todo el jugo posible a nuestro cerebro y ser capaces de convertirlo en oportunidades creativas. Conocer las técnicas adecuadas ayuda, y mucho, ¡y hoy vamos a hablar precisamente de eso! ¿Nos acompañáis? ¡No olvidéis el bloc!

¿Qué técnicas ayudan a ser más creativo?

Está claro que si de algo no puede andar corto un emprendedor, es sin duda de creatividad. De ahí que potenciar la creatividad se convierta en una de las primeras necesidades a cubrir antes incluso de decidir emprender un nuevo proyecto. Además de recurrir a lecturas inspiradoras, un tema que trataremos un poco más adelante, existen multitud de actividades creativas que podemos desarrollar. ¿Cómo aumentar la creatividad? Aquí van unos cuantos consejos para aprender a ser creativo, ¡las mejores herramientas para que aprendamos a dejar a nuestra mente volar en libertad!

  • El método Walt Disney: Si, lo sabemos, suena peliculero (chistaco), pero os aseguramos que funciona. En realidad, el procedimiento es bien sencillo, pues se trata de enfocar una misma idea desde tres perspectivas muy diferenciadas: soñadora>realista>crítica. En la soñadora no debemos imponernos restricciones, en la realista, nos toca pensar en cómo aplicar lo que hemos pensado al mundo real, y en la crítica toca encontrar los fallos para poder mejorar.
  • Checklist, infalible: Esta técnica se centra en algo ya existente e intenta producir una nueva idea creativa a raíz de la original. Tan solo hay que hacerse preguntas: ¿se puede hacer de otro tamaño? ¿más barato? ¿de otros colores, sabores o texturas? ¿podemos desarrollar una alternativa de más calidad?
  • Brainstorming, una tormenta de ideas: Esta herramienta, que se utiliza mucho en el marketing, nos  viene que ni pintada cuando buscamos cómo aumentar la creatividad. Tan sencillo como abrir la puerta a todo lo que surja en nuestra cabeza para poder ponerlo en orden después y ver si hay algo aprovechable.
  • Design Thinking, resolución de problemas en equipo: Existen varios tipos, pero básicamente consiste en identificar el problema, lanzar ideas para solucionarlo, experimentar con ellas y evolucionar la que esté más cerca de convertirse en una solución.
Relajación y meditación para asentar nuestras ideas

Para comenzar a emprender necesitamos una explosión creativa. Por eso, cuando nos recomiendan hacer meditación, o aprender técnicas de relajación, lo último que pensamos es que realmente estén intentando ayudarnos. Lo que se nos escapa es que, en realidad, el proceso de relajación y el proceso creativo tienen un comienzo común: son los dos estados por los que todos pasamos en nuestra infancia. Se podría decir que, mientras aprendemos a ser mayores, vamos olvidando una pieza clave para nuestro correcto desarrollo como personas emprendedoras.

Aprender a respirar, por ejemplo, nos ayuda a relajarnos y predispone tanto nuestro cuerpo como nuestra mente a la creatividad. Si conseguimos sacar de nuestro cerebro todo aquello que le sobra, estamos dejando un lienzo en blanco sobre el que poder dibujar. Y no solo eso, es que dentro de él están todos los colores y pinceles que necesitamos para dibujar, solo hay que poner un poco de orden para tenerlo todo a mano.

De ahí que la práctica de actividades como el yoga, o incluso el pilates, estén cada vez más demandadas por la gente que está dispuesta a emprender. Estar en paz con uno mismo y alcanzar un equilibrio entre cuerpo y mente es vital para empezar a crear desde cero, abriéndonos a todas las posibilidades.

Otra de las cosas que no deberíamos dejar de lado es el desarrollo de juegos para fomentar la creatividad en adultos. Pensamos que este tipo de cosas son únicamente para niños, pero de eso nada, ¡os sorprendería lo bien que vienen este tipo de iniciativas! Por ejemplo, abordad un problema desde el punto de vista de cada uno de vuestros cinco sentidos: gusto, olfato, vista, tacto y oído. Es el juego de la sinestesia, ¡y puede daros alguna solución que no habíais valorado aún!

Lecturas inspiradoras para mejorar tu creatividad

Si hace unas semanas os hablábamos de los mejores libros para autónomos, en esta ocasión toca hablar de lecturas inspiradoras en el terreno de la creatividad. Y es que, al igual que conocer las experiencias de personas que han emprendido antes que nosotros puede servirnos de guía en el camino, leer cómo consiguen ser creativas puede ser la ayuda que llevamos meses necesitando. Estos son algunos de los mejores títulos que encontraréis al respecto:

  • Pensar rápido, pensar despacio, de Daniel Kahneman: Este señor, premio Nobel de Economía, nos ayuda a navegar en este libro por los dos tipos de pensamientos que atenazan nuestra mente. Conocerlos a fondo y saber cuándo profundizar en uno u otro es clave para dejar hueco a la creatividad.
  • Creatividad: 62 ejercicios para desarrollar la mente, de Edward de Bono: Si hace un momento hablábamos de los juegos para desarrollar la creatividad en adultos, Bono ya recogió un buen número de ellos en esta obra. Él tiene claro que la creatividad se entrena, y no es el único, ya que este libro se estudia en los colegios de países como Estados Unidos.
  • Las leyes de la simplicidad, de John Maeda: Tendemos a pensar que las cosas son mejores cuanto más complejas resulten, y de eso nada. El máximo exponente de esto es Maeda, que consigue reducir el proceso creativo en 10 leyes que desarrolla en la obra. Para él, la creatividad se reduce a reducir, organizar, ahorrar tiempo, aprender, diferenciación, contexto, emoción, confianza y simplificar. Para saber a qué se refiere no os queda otra que leerle, pero os aseguramos una cosa… merece la pena hacerlo, de pe a pa.