Los emprendedores españoles son de los más descontentos en todo el mundo


Un reciente informe del portal de empleo y Recursos Humanos (RRHH) Randstad, ha dejado de manifiesto el sentimiento que los emprendedores tienen con respecto a las ayudas estatales para permitirles desarrollar con mayores facilidades su trabajo.

Los resultados son bastante sorprendentes, con un 67% de profesionales españoles que considera que estas ayudas son insuficientes para la creación de una nueva empresa. Este porcentaje está 12 puntos por encima de la media europea y es uno de los más negativos en percepción de todo el planeta.

Japón, el país identificado con mayores críticas con respecto a sus ayudas estatales, alcanza un 79% de descontento profesional entre sus trabajadores con ideas emprendedoras, siendo con ello uno de los pocos países que supera en este negativo ratio a España.

En Europa, Grecia es el único país que supera a España en negatividad respecto al apoyo de las instituciones públicas al emprendedurismo con un descontento que llega al 80%. Italia, otro país crítico con sus autoridades está a la par que España con un porcentaje del 67%.

Incluso nuestra vecina Portugal presenta un grado de satisfacción mayor, ya que el descontento solo abarca aproximadamente a la mitad de la población, con apenas un 53%, 14 puntos más de conformismo que lo que sienten los españoles.

Los países europeos más conformes con respecto a las ayudas del Gobierno para el inicio de una nueva empresa o el desarrollo profesional de la idea de negocio de un emprendedor son Noruega, Reino Unido, Alemania y Países Bajos.

A nivel global, los países menos críticos del mundo son Estados Unidos y China. En ambos sitios el descontento apenas está entre un 20% y un 30%, a una distancia abismal de lo que han reflejado en las encuestas los emprendedores españoles.

La edad también influye en esta percepción. Los profesionales más críticos son los mayores de 45 años, para quienes las ayudas sencillamente apenas existen. Pese a todo, la voluntad de emprender alcanza el 51% de los trabajadores, por lo que sí se constata una motivación de desarrollar ideas profesionales propias.

Los trabajadores de 25 a 45 años son los que presentan mayor ímpetu en este sentido, también porque son los que reciben la mayor parte de las ayudas estatales existentes. Como prueba, los menores de 25 años que ya se encuentran trabajando, conforman un ratio de profesionales con pocas posibilidades de emprender.